¿Cómo cuidar jardín en abril?
Grado de dificultad: Bajo
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En abril comienza a manifestarse en plenitud el otoño, trayendo una sinfonía de colores y contrastes a los follajes. Es una época muy especial y hermosa, de un esplendor comparable incluso al de la primavera.
La naturaleza realiza una especie de despedida llena de intensidad y cierta magia. Los días y noches cada vez más frescos, anuncian la pronta llegada del invierno y –aunque no faltan las fl ores de estación– las grandes protagonistas del jardín de abril son las hojas, que lo invaden por millones, partiendo de un verde casi regular que se transforma y degrada en tonalidades desde el amarillo al rojo intenso.
Antes de comenzar
Con la llegada de abril, el jardín se convierte en un agradable pero trabajoso espacio del hogar. Para mantener bello el jardín de su casa, deberá dedicarle tiempo y harto trabajo. Recoger hojas, plantar, limpiar, eliminar plantas y abonar las necesarias. Consejos, datos y recomendaciones… todo en Hágalo Usted Mismo.
Paso 1 - Preocuparse de las plantas en flor
Algunas variedades de camelias precoces comienzan también a florecer, aunque no todos los años conservan la fecha de la primera flor porque depende de la temperatura.
Aunque algunas plantas pueden florecer antes y otras después, en esta época están en flor: violetas, passiflora, mimosa, laurentina, belladona, orejas de oso, pensamiento, azalea, hortensias, amaryllis, dalia enana, alegría del hogar, cala, espuela de galán, hipericum, manzanillón, amapola, margaritas.
Si el calor del verano se extiende hacia el otoño, la floración se atrasa. En la zona central de Chile, la floración de las rosas en esta época es estupenda.
Paso 2 - Recoger las hojas
Se recogen las hojas caídas e inicia con ellas un proceso de compostaje. No utilice hojas enfermas para preparar abonos.
Por el bien de su jardín y de la calidad del medio ambiente, nunca las queme.
Los aspiradores para jardín son de gran utilidad a la hora de recoger las hojas. Algunos modelos las trituran para facilitar su descomposición.
Paso 3 - Preocuparse del frío
Las plantas anuales, bianuales y vivaces, empiezan a marchitarse con los primeros fríos. Conviene protegerlas o trasladarlas a invernaderos.
Se eliminan las plantas marchitas que cumplieron con su ciclo vegetativo, como: petunias, chinas, zinnias, mimulud, rayitos de sol y portulacas. En su lugar, se hace una cava profunda de 40 cm o más, agregue cualquier tipo de abono, mezcle muy bien. Se rastrilla y se deja descansar durante quince días para después plantar Prímulas, Pensamientos o Violas.
Se limpia y se recortan las plantas perennes, como: valeriana, verbena, aster, dimorphoteca, tussilago, nepeta, helianthemum.
A comienzos del mes de abril, se siembran las plantas de floración primaveral: directamente, las semillas de clarines y dedal de oro, y en almácigos: clavelinas, delphinium, digitalis, gaura, geum, iberis, lobelia, flox y salvia.
Se sacan los tubérculos de dalias en cuanto caigan las primeras heladas, se cortan los tallos y se dejan hacia abajo, para que suelten el agua. Se les pone una etiqueta y se almacenan en cajas con compost. Se limpia el terreno.
Se plantan también: alhelíes, nomeolvides, pensamientos, aquilegias, alyssum, violas, anchusas.
Se intercalan los macizos de flores con bulbos de floración primaveral. Es un buen momento para plantarlos, así tendrán desarrolladas sus raíces cuando lleguen los primeros fríos.
Recomendaciones generales
No se incorpora estiércol en la siembra, pues se pueden podrir las raíces.
Los bulbos a sembrar desde mediados de abril son: tulipanes, jacintos, narcisos, azucenas, lilium, lirios, calas y dalias.
Se plantan en su ubicación definitiva los bulbos de tulipanes, a una profundidad de 15 a 20 cm.
Un método casero para potenciar el brote de los bulbos, consiste en darles un golpe de frío, en la parte baja del refrigerador, durante una semana o dos, de modo que aceleren su germinación una vez plantados en tierra.
A mediados de otoño ya se termina la plantación de bulbos.
Se prepara la floración de las hortensias que, aunque ocurre recién en primavera, depende de un previo acondicionamiento del terreno para que sus flores tengan colores fuertes y atractivos: se fertiliza con compuestos ácidos y ricos en fierro.
Paso 4 - Frutales, verduras, hortalizas y plantas aromáticas
La mayoría de los frutos en nuestro país se cosecha durante el verano. Sin embargo hay otros característicos de esta estación, como ciertas especies de uvas, los maquis y las granadas. Estos dos últimos constituyen verdaderos elementos visuales del jardín otoñal. Un maqui o un granado desprovisto completamente de hojas y cargado de frutas naranjas o rojo intenso muestran que la naturaleza reserva su generosidad para todo el año.
El otoño es además la época en que pueden recolectarse diversas hortalizas, verduras o plantas aromáticas: apio, albahaca, cilantro, estragón, menta y perejil. También se pueden cultivar en estos días, de modo que estén listas para cosechar en el próximo verano.
Este mes prepare los hoyos donde plantará sus frutales en mayo, así la tierra estará más aireada.
Recomendaciones
Cuidado con las tierras arcillosas que no deben trabajarse si están muy húmedas. Mención aparte merecen los helechos, que aportan gran viveza al jardín de otoño, con sus tonalidades de verdes, algunos muy oscuros y de apariencia húmeda, en contraste con la superficie seca y rugosa de los árboles.
Paso 5 - Cuidar el riego
Vaya reduciendo la frecuencia de riego, de acuerdo a las necesidades de cada planta.
Se disminuyen hasta una vez por semana los riegos sobre arbustos y árboles de hoja persistente recién plantados.
Se riegan cuidadosamente las plantas que están en maceteros, sin encharcarlas ni mojar sus hojas. Se usan regaderas.
Paso 6 - Cuidar el pasto
En este mes el pasto se llena de hojas secas: se rastrilla y se recogen en cuanto caigan; más aún si están húmedas, pues con la "respiración" de las hojas al descomponerse sobre el césped –que también respira –se retiene humedad, y -si no hay una adecuada ventilación- se crea el ambiente ideal para que prosperen los hongos.
Se desmaleza procurando eliminar de raíz las malezas perennes como la chufa o coquillo, siete venas, llantén, corregüela y pichoguilla.
Se disminuye la frecuencia de riego del césped nuevo, para evitar que tome demasiada humedad. Para el pasto establecido puede ser suficiente con regar dos veces a la semana y pocos minutos por posición, unos 8 a 10 minutos en los lugares más asoleados y con mayor renaje.
De manera progresiva se va bajando las cuchillas de la máquina cortadora.
Se cubre periódicamente el pasto con una capa de aproximadamente 1 cm. de tierra de hojas, compost o tierra de litre (de baja acidez). De este modo evitará que las raíces queden expuestas al aire por el arrastre de tierra que provocan las lluvias.
Se mejora el drenaje y se suelta el terreno. Se retira la tierra suelta y se rellenan los agujeros con arena fina para que actúe como drenaje.
Se reparan las zonas donde el pasto esté más desgastado.
Paso 7 - Preocuparse de la poda
Se cortan los tallos de las herbáceas vivaces que tengan sus flores marchitas. Se hace una limpieza general, dejando sólo las de floración tardía.
La bignonia rosada termina su floración durante abril y se poda para ordenarla, pues es una enredadera muy agresiva: hay que cuidar que no se extienda por entre las tejas u otro tipo de techo porque lo pueden levantar.
La poda más importante de abril es la de la flor de la pluma. Se limpia y se recorta a la mitad las guías largas sin ramillitas cortas.
Se retiran los tallos viejos de los rosales trepadores.
Paso 8 - Preocuparse de fertilizar
Con las primeras lluvias de otoño aparecen diversos tipos de hongos, inexistentes en épocas
secas y de mayor calor. Los del pasto son fácilmente distinguibles como pequeñas manchas blancas en la hierba. Para ellos, se utilizan fertilizantes que combinen propiedades nutritivas y fungicidas.
Al suelo de las camelias conviene agregarle nutrientes como el Sulfato de Fierro: una cucharada colmada por planta, en el caso de las amarillas.
Recomendaciones generales
Esta es una buena época para plantar arbustos, coníferas y setos de hojas persistentes, ya que las raíces pueden crecer con el calor que todavía conserva el suelo y alcanzan a prepararse para la llegada del
invierno.
Es la última oportunidad de reproducir por esquejes penstemon, coleo y otras vivaces.
Es también buena temporada para cultivar la llamada hierba para gatos, un complemento alimentario indispensable para los felinos que viven en interiores. Esta hierba, sembrada en mantillo y regada regularmente, crecerá muy rápidamente en una habitación templada.
Para dar una imagen de mayor vida al jardín y contrastar con los árboles que se colorean o deshojan durante esta época, tenga otras especies de tipo perenne, como la laurentina, un arbusto alto que desde la segunda mitad del otoño y durante el invierno mantiene una floración blanca y abundante.
También reverdecen los coprosmas y los pitosporum durante estos meses.