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Abril - ¿Cómo mantener la belleza de tu jardín?


Salud es belleza, y nuestras plantas así los demuestran. Mientras más saludables mejor lucen sus hojas y flores, brindándonos colores, aromas y formas que disfrutamos con todos nuestros sentidos. Acá revisaremos los principales cuidados que debes tener con las plantas de  exterior, de interior y con el pasto.

¿Cómo cuidar las plantas de exterior?

Elimina las plantas que ya completaron su ciclo, rellena las jardineras con tierra nueva y planta especies de invierno.

 

Traslada tus plantas de exterior más delicadas al interior de tu casa, para que no sufran con las heladas.
Poda las plantas leñosas, como la Lavanda.


Pon un soporte a las plantas de tallo largo, como los crisantemos, para que no se quiebren.


Abona con un fertilizante de absorción rápida.


Para proteger tus maceteros del viento rodéalos con una cerca de fibra natural.
Mejora el sustrato.

 

No olvides?

Limpiar hojas, ramas y flores secas, dañadas o marchitas, ya que de no hacerlo se convertirán  en un foco de plagas y enfermedades. 

¿Cómo mantener saludables las plantas de interior?

Si usas sistemas de calefacción traslada tus plantas de interior a las habitaciones con mayor ventilación o mantenlas alejadas de las fuentes de calor.


Disminuye el riegos, ya que la mayoría de las plantas están por entrar en su etapa de descanso (su crecimiento activo cesa por las temperaturas más bajas y la falta de luz).


Añade sustrato nuevo hasta 2 cm del borde del macetero, para que no se salga la tierra al regar.


Para mantener la humedad pulveriza las hojas con agua a temperatura ambiente, que haya reposado por algunas horas. Esto siempre y cuando la planta no tenga flores ni hojas pilosas, en esos casos, la recomendación es colocar el macetero en un plato con agua y piedras.

Protege las raíces

Acolcha la base de los maceteros de las plantas sensibles al frío con piedras, corteza de pino o compost, para proteger sus raíces de las heladas y bajas temperaturas.

¿Cómo mantener el pasto siempre verde?

Si has trabajado duro para mantener tu pasto en óptimas condiciones durante el verano, no es hora de que bajes los brazos, por el contrario, es importante que les dediques un tiempo a las siguientes tareas:

 

Retira la maleza.
Airéalo, pinchándolo con una horqueta a 15 cm de profundidad.
Con un rastrillo distribuye abono en los agujeros que hiciste.

 

A partir de la tercera semana de mayo, la frecuencia de corte debiera distanciarse y realizarse cada 15 días, además de subir la altura de este.

Vuelve a sembrar

Abril es uno de los  mejores meses para hacer resiembra en áreas donde el pasto se raleó (secó), ya sea por falta de humedad o por el tránsito. No  olvides regar varias veces durante el día, hasta que el césped germine.

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