Guía de Cuidados para Reptiles
Los reptiles son animales vertebrados, reciben su nombre porque al desplazarse arrastran su abdomen por el suelo (reptan). Y si estás pensando llevar uno a casa, estos consejos te pueden ser útiles.
Nutrición, la base de la salud
Como con cualquier mascota, cuidar un reptil es una gran responsabilidad. Su salud depende en gran medida de su nutrición. Infórmate de cuáles son los gustos y requerimientos de tu reptil antes de traerlo a casa.
Tipo de alimentación
Existe una amplia variedad de reptiles, cada uno con diferentes necesidades dietarias. Pueden ser herbívoros, carnívoros, omnívoros o insectívoros por lo que debes conocer muy bien cuál es la dieta apropiada para el que hayas elegido. Además de requerir dietas diferentes, necesitan diferentes cantidades de alimento. Una dieta inadecuada puede provocar un crecimiento y desarrollo anormal, desórdenes alimenticios y problemas de peso.
Frecuencia de alimentación
La cantidad y frecuencia con que alimentes a tu reptil es tan importante como el tipo de alimento que le entregues y dependerá de su edad, tamaño, especie y nivel de actividad. Las serpientes que comen ratones, por ejemplo, pueden ser alimentadas una vez a la semana e incluso quincenalmente. Los reptiles que comen insectos y las especies herbívoras, en cambio, necesitan ser alimentadas a diario.
Hidratación
El agua fresca debe estar disponible en todo momento. Infórmate de la forma en que tu reptil se hidrata, algunas especies beben de fuentes, otras necesitan el agua por goteo o en forma de spray sobre la piel. En el caso de los reptiles acuáticos se debe tener cuidado y eliminar el cloro en el agua de su entorno y monitorear en forma periódica los niveles de químicos que puedan ser tóxicos presentes en el agua.
Usa productos de limpieza especiales y no tóxicos.
Cuidado y adaptación permanente
Los requerimientos alimenticios varían con el tiempo para cada individuo. Por lo mismo, debes estar atento para ir modificando su dieta a medida que tu mascota crezca, envejezca o cambie su nivel de actividad. Una dieta adecuada acompañada de suplementos de vitaminas y minerales ayudarán a prevenir enfermedades metabólicas, articulares y de desarrollo.
El alimento debe ser preparado en condiciones de higiene y los bebederos y platos deben ser limpiados a diario, retirando los restos de alimentos para que no se pudran o atraigan moscas y hormigas.
Si notas que tu reptil tiene menos apetito de lo común, o si deja de beber agua, debes llevarlo al veterinario para prevenir enfermedades que puedan ser mortales.
Cómo montar un buen hábitat para tu reptil
Ya sea que repte, camine o nade, estos son los factores que deberás considerar para darle un hábitat adecuado.
Tamaño
El tamaño del terrario dependerá de lo grande que será su reptil cuando adulto. Debe tener suficiente espacio como para permitir que camine, trepe, se ejercite y descanse cómodamente, y mientras mayor espacio puedas entregarle será mejor. Como espacio mínimo para el hábitat, considera un largo total igual a 3 veces su largo (cabeza a cola). Si tienes más de un ejemplar necesitarás más espacio.
El terrario debe tener zonas donde el reptil pueda calentarse, enfriarse, esconderse, comer y, si es necesario, una zona donde pueda nadar.
El terrario debe ser a prueba de escapes. Para evitar que tu reptil trepe puedes elegir terrarios de vidrio o acuarios con marcos de madera. Procura que esté hecho de materiales no tóxicos y la tapa sea segura.
Calor y luz
Algunos reptiles tienen necesidades particulares de calor y luz. Elegir la lámpara adecuada para tu reptil es vital, algunos pueden obtener la luz y el calor de una misma lámpara mientras que otros necesitan fuentes distintas para cada cosa, por ejemplo, iluminación de una lámpara y calor de una alfombrilla. Regula la temperatura ambiental del terrario con un termostato y revisa periódicamente las alfombrillas y piedras calefactores para evitar quemaduras y lesiones a la piel de tu mascota.
La humedad
Si tu reptil necesita un ambiente húmedo, debes mantener el terrario con tapa y cierres que permitan que se mantenga un nivel apropiado de agua en el ambiente, sin por esto dejar de estar ventilado. Los niveles de humedad en el ambiente favorecerán que la muda de piel sea completa y que sus escamas estén saludables.
Hábitat
El terrario de tu mascota debe ser lo más similar a su hábitat natural. Dependiendo de la especie puede ser un pantano o un desierto. Algunos necesitan áreas de arena o tierra donde escarbar, otros un lugar para nadar y secarse. Para esto utiliza sustratos especialmente elaborados para uso en terrarios, que no sean tóxicos y estén libres de agentes patógenos, insectos e impurezas.
Puedes darle algunos detalles como imágenes de fondo que asimilen su entorno natural para hacerlo sentir en casa. De igual forma puedes incorporar plantas, ramas, troncos y otros objetos apropiados de tu elección.
Estos son solo los aspectos básicos de un terrario, además de esto, tu reptil puede tener requerimientos especiales. Pregúntale siempre a tu veterinario para estar seguro.
Higiene y salud
Los reptiles son susceptibles a lesiones en su piel y escamas por bacterias, para evitarlas es fundamental mantener una buena higiene. Limpia su terrario una vez a la semana y retira a diario restos de alimento y excremento.
Higiene y limpieza
Lo primero que debes recordar al limpiar el terrario es que los reptiles pueden contagiarte de salmonela y otras bacterias. Debes ser cuidadoso en la manipulación de tu mascota y accesorios, usar guantes y lavar bien tus manos.
Vacía el terrario. Saca a tu reptil y déjalo en un lugar seguro en otra habitación. Saca todos los accesorios, piedras, ramas, calefactores, etc. Limpia los desechos que hayan en el sustrato o, si es necesario, cámbialo por uno nuevo.
En un balde o recipiente mezcla la solución jabonosa que vayas a utilizar. Limpia con una esponja todas las superficies del terrario sin olvidar las esquinas y junturas de los vidrios. Elimina todos los restos de excremento, comida o cualquier otra suciedad del terrario. Puedes usar un cepillo para alcanzar lugares más difíciles.
Enjuaga bien el terrario las veces que sea necesario. Una vez esté limpio, desinféctalo con algún limpiador especial para reptiles que no sea tóxico.
Limpia los juguetes, accesorios y platos de la misma forma, cepíllalos con la mezcla de jabón, enjuágalos bien y luego desinfectalos. Seca muy bien los accesorios, juguetes, platos y vuelve a introducirlos una vez esté seco el terrario.
La forma más fácil de mantener el terrario limpio es eliminando los restos de comida todos los días y cambiando el agua para que siempre esté limpia y fresca.
Cambios de temperatura
Los reptiles son animales de sangre fría, esto significa que no pueden regular su temperatura corporal por sí mismos, en la naturaleza hibernan o tratan de mantenerse alejados de los cambios de temperatura. Para cuidar bien de tu reptil evita que se exponga a temperaturas muy altas o muy bajas.
Piel y escamas
La piel y escamas de los reptiles puede ser muy delicada y blanda, asegúrate de que los juguetes y accesorios en su hábitat no le causen lesiones. Nunca los manipules con las manos muy secas y, si observas lesiones en su piel, llévalo al veterinario. Todo lo que ingreses al terrario debe estar previamente desinfectado y no ser portador de agentes infecciosos, insectos o parásitos que puedan afectar la salud de tu mascota.
Para transportar o aislar tu reptil
Además del terrario, necesitarás una pequeña jaula, o acuario de vidrio o acrílico, en el que puedas mantener a tu reptil en confinamiento por períodos cortos.
En este lugar lo mantendrás, por ejemplo, mientras limpies el terrario. También puede servirte como terrario hospital para darle descanso y tratamiento, aislándolo de otros reptiles que compartan su terrario.
A veces, necesitarás transportar a tu mascota, por ejemplo, al veterinario o simplemente de paseo. Algunos reptiles como las iguanas pueden usar arneses para este fin, o jaulas de transporte, pero otras como los gekos y serpientes deben ser trasladados en acuarios o terrarios dónde no puedan escapar.
Ejercicio y entretención
Algunos reptiles son más inquietos que otros, pero todos necesitan tener elementos en su hábitat que le permitan esconderse, desplazarse e incluso nadar. La actividad física y el ejercicio favorecen el desarrollo de la musculatura y el crecimiento de tu mascota manteniendo sus huesos sanos y una buena condición corporal.
Es importante que junto con los accesorios, tu reptil cuente con el espacio necesario para moverse, ya que es fundamental para que se mantenga sano y desarrolle su musculatura.
Los escondites en cambio le permitirán ocultarse, reduciendo los niveles de estres y ansiedad.
Las ramas, plantas, cuevas y otros accesorios que pongas para su ejercicio y diversión deben estar desinfectados con agentes no tóxicos y deben ser de materiales que no causen lesiones a tu mascota en caso de ingesta ni contaminen su entorno.
En caso de presentar un nivel bajo de actividad, puedes comenzar por revisar si se trata de una baja temperatura ambiental, ya que a causa de esta podría descender su actividad metabólica. Si la tempratura es la correcta, puede deberse a alguna patología, por lo que debes observar su comportamiento para detectar enfermedades a tiempo y tratarlas en forma adecuada, consultando un especialista.
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